Hace unas semanas tuve la necesidad de hacer un regalo de cumpleaños a mi mujer, después de muchas vueltas pensé en buscar algo que le pudiera ser últil en la nueva tienda que iba a abrir, me fuí a un almacén de muebles de segunda mano y tuve la suerte de encontrar algo que a mi me gustó muchísimo, se trataba de un escritorio, claro había que hacerle unos arreglitos y uno de esos arreglos era cambiarle el color.
Así me puse manos a la obra, limpié, lijé y pinté ese mueble, además cambié los tiradores ya que algunos estaban rotos y le puse unos de bola de cerámica con unas pequeñas flores. En los frontales de los cajones pegué unos trozos de papel pintado para paredes en azul y blanco para darle un pequeño toque de color.
El proceso fué sencillo, le pasé una lija preparando la superficie para aplicarle una capa de imprimación, una vez aplicada ésta la volví a lijar con una lija muy fina, fueron dos capas más repitiendo el lijado entre ellas una vez que estaba totalmente seca, el siguiente paso fué aplicarle la pintura, ésta es un esmalte mate al agua de color blanco.
Cuando llegúé a casa tales eran las ganas de empezar a transformar ese escritorio que olvidé hacer fotos del estado en el que se encontraba cuando lo adquirí, lo único que puedo hacer es poner una foto de como quedó tras el proceso al que lo sometí, la foto está hecha en su ubicación actual, la tienda Niña&Nube en Mérida.
El proceso fué sencillo, le pasé una lija preparando la superficie para aplicarle una capa de imprimación, una vez aplicada ésta la volví a lijar con una lija muy fina, fueron dos capas más repitiendo el lijado entre ellas una vez que estaba totalmente seca, el siguiente paso fué aplicarle la pintura, ésta es un esmalte mate al agua de color blanco.
Cuando llegúé a casa tales eran las ganas de empezar a transformar ese escritorio que olvidé hacer fotos del estado en el que se encontraba cuando lo adquirí, lo único que puedo hacer es poner una foto de como quedó tras el proceso al que lo sometí, la foto está hecha en su ubicación actual, la tienda Niña&Nube en Mérida.
Como el "experimento" resultó bien me animé y me volví a pasar por el mismo almacen de muebles, lo que esta vez me traje a casa fué una pequeña mesilla de noche, a la que, ésta vez sí le hice fotos antes de manipularla, este era el aspecto:
El proceso con este mueble fué exactamente igual al que sometí al escritorio, con la ventaja de que la mesilla es bastante más pequeña y todo fué más rápido.
El resultado fué éste:
Pronto más cosas.
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